martes, 30 de julio de 2013

Edgar Ulises Osorio Guzmán. Maestría en Historia, ICSyH-BUAP

Emigración sentimental: Una historia femenina contemporánea.
Mujeres mexicanas hacia Europa, 1980-2010


Introducción:

Antiguas migraciones humanas
Desde más allá de los límites de la memoria histórica, el hombre siempre se ha trasladado, se ha desplazado, ya sea por necesidad o por inquietud; “porque el mundo es para eso… para recorrerlo” -recuerda un antiguo refrán hindú-.1 El horizonte de sus anhelos se ha transferido incesantemente y alimentado su imaginario con deseos y fantasías. Para experimentar, descubrir, explorar, mejorar, cambiar o simplemente buscar nuevos entornos. Le han sobrado razones para transferirse de un lugar a otro. Es una característica de su propia existencia, condicionada y limitada a un momento histórico. Sus necesidades e intereses se han transformado, al igual que las motivaciones de sus desplazamientos.

Desde los tiempos más remotos, satisfacer las necesidades básicas de sobrevivencia del ser humano, eran la razón misma de sus impermanencias territoriales. Al principio, cubrir sus exigencias básicas, protegerse de las inclemencias meteorológicas y peligros circundantes, eran las que hacían al hombre emprender continuamente desplazamientos hacia otras latitudes geográficas.

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