martes, 30 de julio de 2013

Gloria Martínez Bravo. Maestría en Historia, ICSyH-BUAP

Afanes y vicisitudes de una noble actividad:

La imprenta poblana en el porfiriato

Introducción: 

La acción de escribir conlleva conocimiento de los signos, saberes, tiempo. La forma de hacerlo ha cambiado en cada cultura, más lenta o más rápidamente, a través de los siglos. La imprenta fue una revolución tecnológica que irrumpió en la cultura occidental en el siglo XV. Permitió imprimir en serie un mayor número de textos y hacerlo en breve tiempo, y facilitó la difusión de los mismos, rompiendo el privilegio que ostentaban unos cuantos.
La invención de la imprenta se atribuye a Johannes Gutenberg, quien empleó tipos móviles para la impresión de la Biblia, en 1454. Su invento se propagó rápidamente en varias ciudades germánicas; después se extendió a Italia, Francia, España, y a las colonias en América. Los primitivos procedimientos fueron afinándose paulatinamente, hasta lograr la perfección de las rápidas y automáticas máquinas modernas.
La letra impresa facilitó muchas tareas y la difusión de opiniones e ideas. Por ello es importante estudiar a la imprenta como una actividad productora de impresos, para indagar sobre los establecimientos, las ganancias y dificultades del negocio, los cambios en la tecnología, el proceso productivo, los dueños, jefes y trabajadores, así como los productos específicos que su labor arrojaba.

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