viernes, 22 de mayo de 2015

Nashyeli Figueroa Galván, Doctorado en Sociología. ICSyH-BUAP

Pasaportes sin fecha de vencimiento:
Matrimonios entre cuban@s y mexican@s enla ciudad de Puebla.
Proceso de clase, género y racialización



Introducción:

En junio de 2007 fui con mi hermana a bailar a un bar en la ciudad de Puebla, llamado “La Negra Tomasa”[1]. En este bar impartían clases de salsa al estilo cubano y como es de mi particular interés el baile, decidí inscribirme. Ala mayoría de las clases acudíamos mujeres de todas las edades y en algunas ocasiones asistían parejas de baile, llegaban de vez en cuando extranjeros, tanto hombres como mujeres. Existía un vaivén constante de clientes: “Siempre, todos los días tenía que enseñar el paso básico y no habían avances, siempre llegaba gente diferente. Además no iban hombres, todas querían bailar bien... es aburrido Nae[2], y no me quiero quedar estancado”, comentó Dioel, maestro con quien inicié las clases, originario de Cuba.
A las semanas renunció y lo sustituyó el dueño del lugar, también cubano. Sin embargo, después de dos o tres meses, me ausenté aunque esporádicamente frecuentaba el lugar. Desde entonces comencé a tener acercamiento con cubanos y cubanas establecidas en la ciudad de Puebla. Pronto fui entablando amistad con algunas de ellas, conociendo sus experiencias, dificultades y tropiezos para dejar su país origen y vivir en México; fui identificando estrategias, itinerarios y rutas diversas para salir de la isla. Poco a poco comencé a percatarme de las incertidumbres que rodean las vidas de estos hombres y mujeres migrantes, establecidos en esta ciudad del altiplano central del país.





[1] Los nombres de lugares así como de los hombres y mujeres que participaron con entrevistas serán
reemplazados por seudónimos.
[2] Se dirigían a mí como Nae, Nach o Nayeli






No hay comentarios:

Publicar un comentario