miércoles, 18 de agosto de 2010

Israel Torres Hernández, Maestría en Historia, ICSyH - BUAP

Un carácter empresarial forjado por balas, golpes y pesos: Salvador Lutteroth González (1897-1987)


Introducción:

¿Quién fue Salvador Lutteroth González? Esta es una cuestión difícil de responder. Aunque su reputación ha estado ligada, de manera exclusiva, a la dirección administrativa y práctica de la órbita deportiva, particularmente “el negocio del cuadrilátero” desde septiembre de 1933, este aspecto, lejos de arrojar deslumbrante luz sobre él, ha cincelado una imagen sí notable pero monolítica y unidimensional. Si bien logró implantar ese espectáculo atlético en el país, al edificar varias Arenas en distintas zonas geográficas (por ejemplo la ciudad de Puebla) e impulsar numerosos ídolos populares, también tuvo otras aristas de elevado significado, las cuales no han sido atendidas con atingencia, por enfatizarse en excesiva proporción su papel empresarial. Además, y derivado de este vaivén, la mención escrita u oral de su nombre no pasa desapercibida, pues ha surcado heterogéneos rumbos, en contra o a favor según fuera el caso. Por un lado, al beneficiarse de algunas circunstancias, se le ha tildado de prepotente empleador quien buscaba patrocinar sus mezquinos intereses, a costa del hambre y la ignorancia de sus subalternos, necesitados en demasía de fama y fortuna. Y por el otro, basado en su prolongado éxito comercial y publicitario, alentado por cientos de aficionados y los medios de comunicación, ha sido señalado como “padre” o “zar” de la lucha libre nacional, tras evaluar su gestión de manera espléndida. De ahí que, para solucionar el desafío que representa la inicial pregunta, el presente texto elaborará un retrato histórico de este individuo.

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